Hacer rolex con una oreja de cerdo

Salía de pelear un sitio en un banco de sargos (gracias Ela, hermano). Fijando el horizonte en la mirada me entretenía husmeando en parte de los tesoros rescatados de la purga ya narrada en la anterior entrada y por la que todavía me despierto sobresaltado (no hay vacaciones que lo calmen). Entre los recortes la maravilla de un maestro al que extrañamente el oficio no le regala su sitio en el olímpo. Eduardo Haro Tecglen fallecía en octubre del 2005:

" ...La libertad de prensa no es nuestro privilegio, es un derecho ciudadano. Es base de la democracia y los tiranos siempre la ahogan. Hasta con sangre....Setenta, setenta años de edad separan a los veteranos de los aprendices de periodistas. Para estos quiero que tengan más suerte, que mantengan las utopías, que sepan que son intermediarios y no protagonistas, que conserven sus distancias. Y que encuentren su periódico; y que puedan irse a otro cuando deje de ser "suyo". no por su propiedad, que no tenemos acceso a ella, sino por su identidad, por proximidad o por su mal menor".

Y en esa misma mirada al horizonte otro grande ocupaba mi memoria, y me gustaría conocer los porqués. Debe ser por la alegría del verano por lo que recordé a este gigante del oficio, Carlos Llamas,  En la carpeta depositaria del desguace un CD con un sonido que me rompió por dentro como pocos lo han hecho. Charly llevaba a su cáncer de la mano y le presentaba los estudios de "Hora 25". Allá donde estés:

 

'Contigo', Carlos Llamas

En recuerdo de aquel periodismo, no más lejano que el antes de ayer, me viene la sensación que pretende el titular de esta entrada. Nos pongamos de cuclillas o haciendo el pino ... así no se puede. Nos están quitando el oficio y a cambio nos regalan la oreja del cerdo. Con esa piel, eso lo saben, ya no pretenden que hagamos rolex.

P.D. No, no. No soy yo el de la foto .... pero casi. Por cierto, como me dijiste, he dado recuerdos tuyos y casi duermo en el calabozo de la Guardia Civil. ¡¡Gora San Fermín!!