Voy a estudiar inglés

Quienes por aquí habitáis de vez en cuando ya sabéis de mis excesivas limitaciones con la maravillosa lengua  que con tanto acierto era capaz de combinar Shakespeare. Con los puntos sobre las íes voy a intentar dejar escrita una reflexión que no acabo de entender, aunque sea mía. Tiene que ver con el programa FRONTLINE del Canal público PBS (Estados Unidos) y su relación, la que no tiene, con los Telediarios de TVE. Me explico, al menos lo intento.

Desde hace años, al menos un par de pares, tengo la extraña sensación de que no tengo sufiente capacidad profesional como para compartirla en los programas informativos diarios de mi cadena (del resto de canales, por supuesto, ni hablamos). Cada vez entiendo menos los Telediarios que tanto he admirado, ya no. No acabo de entender sus vídeos, sus ediciones, sus objetivos y sus por qués. Por cada punto de luz veo cuatro de sombras. Y dudo. ¿Apocalíptico o integrado? La última vez que se me ha puesto cara de pez ha sido al intentar entender por qué un Telediario se interesa por la opinión de Esperanza Aguirre o Tomás Gómez sobre la muerte de Osama bin Laden.

Sí, al arriesgar en el argumento de la parte por el todo sé que peco de inconsistente. OK, lo acepto. Lo visto no es la generalidad; pero acepta también tú que no es una excepción. Y esa falta de excepción es la que provoca que docenas de compañeros, enormes profesionales de TVE (quizás entre los mejores de España), compartan mi mirada de pez. Y mientras nos hablan de audiencias y liderazgos nosotros hablamos de periodismo y periodismo.

Y ahí aparece la PBS. Será que Estados Unidos no sabe de televisión y por eso, ajeno a las audiencias y al espectáculo, son capaces de producir programas como FRONTLINE, programa, y aquí el argumento central de esta entrada, en el que me veo trabajando con mucho más sentido que en algunos de los Telediarios de TVE, del resto de cadenas (insisto) ni hablamos. I´m going to study english.

Watch the full episode. See more FRONTLINE.