Edurne y Martín

Entre lectura, lecturas, relectura, relecturas y picoteo aleatorio de las páginas del último libro de Iñaki Gabilondo, "El fin de una época" (el mejor diagnóstico de la profesión hecho en los últimos años), no he pasado menos de cinco veces por cada una de sus páginas, hay párrafos por los que he volado quizás docenas de veces. Son aquellos en los que Gabilondo defiende el que debe ser el norte del periodista. Habla Gabilondo de búsqueda de nortes porque sabe que desde hace años no llevamos siquiera brújula.

(Viendo las boberias que, relacionadas con la visita del Papa, cuenta el TD2 deTVE de hoy jueves dudo que sepamos siquiera dónde venden las brújulas que muestran lo que algunos muy estimados compañeros llaman el azimut de la información)

Edurne y Martín me han enseñado lo que sabía Iñaki Gabilondo. Hoy sé que tiene mucha razón, más incluso de lo que yo pensaba, ha sido mi lección del verano:
Ni el periodismo ni los politicos son capacer de respetar el papel de los protagonistas de la vida, y es esa actitud la que lleva a la gente a contemplar a unos y otros, periodistas y políticos, casi como miembros de una secta ...
Edurne y Martín son protagonistas de la vida y creo que son excepcionales protagonistas. Ellos se merecen el tiempo de los informativos de la tele, eso, claro, siempre y cuando nos interese hacer informativos. Hoy la respuesta es no. Las privadas buscan share y dinero, las públicas (salvo excepciones inexistentes) buscan no enfadar a los gobernantes que las mandan o van a mandar.

Un ejemplo del hoy en las declaraciones de González Pons. Dice el mentidor oficial del Partido Popular, en una entrevista en la SER, que "todo el mundo sabe que detrás de BILDU está ETA". Las televisones sometidas a la falta de libertad están obligadas a repetir esa o cualquier otra de las mentiras oficiales del día, lo que importan son los segundos de la televisión. El periodista dimite de su responsabilidad, quizás ni siquiera dimita de ella, puede que ni la conozca. Pons debe aparecer para que sus palabras satisfagan a los responsables de comunicación del Partido Popular. Nadie recordará por tanto que "detrás de BILDU" hay 276.134 votos y una sentencia del Tribunal Constitucional.

Edurne y Martín, gracias por regalar felicidad.

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