Periodismo obsecuente


Hay palabras que se llevan faltal con el ejercicio del periodismo profesional. Son palabras que desangran la profesión. Miro al teclado y saltan ofendidas, ahí las leo, docilidad, sometimiento, obsecuencia y miedo; son las primeras de un centenar, todas sonrojantes.

Sucedía esta mañana, la policia nacional detenía a José Bretón, el padre de los 2 menores desaparecidos en Córdoba. Con la noticia en los teletipos de las televisiones un editor, cualquiera, le decía al adjunto que le dijera al jefe del área que le dijera al responsable en Andalucía que le dijera a su segundo que le dijera al redactor en Córdoba que se fuera para allá. ¡Quiero un directo! Y un jefe, que pregunten en NovacaixaGalicia, siempre sabe lo que quiere. A esta hora, 23h 12m, no he visto menos de 10 directos; casi todos huecos, vacíos, vacuos, sin sal, clónicos. Todos han cumplido a la perfección con los designios marcados ¡quiero un directo! Es lo que Victoria Camps llama el PRESENTISMO EN LA TELEVISIÓN.
Queremos conocer la noticia en tiempo real –“está pasando, lo estás viendo”-, hasta el punto de que lo que no ocurre en el mismo presente, deja de ser noticia. Tan habituado está el telespectador o el radioyente a vivir el presente que no puede evitar el zapping, para no perderse nada que merezca la pena registrar. Lo importante es ver las cosas cuando ocurren, en la realidad o en la tele, pues viene a ser lo mismo, y olvidarse de todas ellas cuando han dejado de ocurrir o se apaga el televisor".

Hoy, y también mañana, era día para conocer las consecuencias de la detención por la desaparición de los niños de Córdoba. Mañana,. y también pasado, nos interesaremos por el presunto, por ése, y por los otros presuntos de moda, los del juicio por la desaparición, violación y muerte de Marta del Castillo. Dos directos al día quizás supongan 2 puntos de share a la semana ¡quiero un directo!
Dicen algunos que la democracia, pendiente como está de los medios de comunicación, se ha convertido en mediacracia. Son los medios los que marcan no ya la agenda de la política, sino el formato que debe tener. Y en lugar de ser “medios”, de mediar entre, en este caso, la actividad política y el ciudadano que tiene derecho a conocerla, ellos mismos se encuentran mediatizados por la velocidad que les marca el paso que deben llevar".

Para los amantes de las velocidades cortas, las más duras, las más resistentes:


btemplates

2 comentarios:

Ramón dijo...

Hay días buenos y días mejores. Gracias

Anónimo dijo...

Los que Mandan sólo exigen un periodismo obediente.

Si el el periodismo es serio, adusto, tilingo, rufianesco o simplemente canalla como es frecuente en la Argentina, eso no le interesa mayormente al Poder. Lo importante para los medios es cumplir con Obediencia Debida las decisiones del liberalismo económico, y si a eso los gremios llaman profesionalidad, periodismo independiente o como sea, a quienes Mandan no les incumbe. Ellos sólo indican los temas a tratar, de qué manera y la formalidad restante no les cuenta.

El principio de convencer o seducir es de manual en el juego informativo, pero en Argentina los escribas se engolan o crispan tanto que acaban manipulando el símbolo y no lo esencial del hecho a considerar. La parcialidad aliena a cualquier escriba y lo acerca al precipicio del panfleto increíble

Publicar un comentario