"¿Votamos libremente?
¿Es mi libre albedrío el que me conduce a votar
por este señor o por esta señora, o bien, en
realidad, es porque me han metido en la cabeza
una serie de ideas que hacen que yo, como una
marioneta, voy a votar por lo que me han dicho?
Esta pregunta es evidentemente importante hoy
día, en la medida en que las cosas se han
complicado enormemente. Hoy es extremadamente
difícil comprender la economía y la política."
A estas alturas del blog y después de un año de artículos no sorprenderé a nadie con el argumento de esta entrada; si me atreveré a apoyar la idea con un dato. Tiene que ver con las audiencias de la televisión, tiene que ver con las audiencias de las elecciones generales del 2003 y, ocho años y medio después, con las audiencias de las elecciones de ayer, 20 noviembre 2011.
El dato es de las 3 principales televisiones generalistas. Hace ocho años la noche electoral interesó al 64´4% de la audiencia, ayer la cifra se situó en el 33´6%. Se me dirá, claro, que si la TDT, que si las nuevas plataformas, que si los nuevos canales autonómicas. Y sí, el argumento es bueno, no lo es tanto en Murcia donde su canal autonómico ....... en fin.
Mi reflexión es esa y mi reflexión es otra, la que con algo de fundamento pretende centrar el artículo. Todas las noches electorales, las que ví, me contaron lo mismo; las que no ví sé que no contaron nada distinto. Por eso Mariano le dice a Cospedal que hay que frenar tanto dispendio. Nosotros, los periodistas, asentimos y les damos razones. Más todavía.
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1 comentarios:
Muy interesante la entrevista. Los conceptos "sistemas de mentiras" y "mentiras de Estado" que no son aplicables sólo a los sistemas llamados democráticos donde al menos se los puede analizar.
Y, una verdadera pena sí, ese eterno invitado llamado televisor, presente en las comidas y reuniones familiares: "El telenoticiero constituye la información del pobre. En esto estriba su importancia política. Manipula más fácilmente a los que menos defensa cultural tienen".
Pero también falta cambiar la ley electoral. Y no dudo en pensar que la falta de interés de los españoles por esta reciente noche electoral se debía, simplemente, a que dada la actual ley electoral, que favorece a unos partidos en detrimento de otros, ya se sabía quién ganaría gracias al voto de castigo que recibiría el PSOE.
Abrazos.
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