La loca del muelle de San Blas

Lo decidí ayer, miércoles. Decidí zapear la radio, dejarla muda; entre las 9 y las 10, serían entonces las nueve y media. Dejé de escuchar a Pepa Bueno (¡lo estás haciendo muy bien!). Dejé mudo a Rajoy porque no me interesó lo que ya había escuchado no menos de 10 veces. En la catarsis que cada mañana tomo en pildoras de 20 miligramos apareció ella, la conocía como "La loca del muelle de San Blas", se me presentó "Hola, me llamo Rebeca, Méndez por mi padre, Jiménez por el padre de mi madre, Rebeca Méndez Jiménez. Me dicen la loca, la loca del muelle de San Blas". "Gracias por escucharme", dijo. 

Me imaginé derrotado, no imaginé que tanto. Derrota mía, la de Roberto, derrota de los periodistas, todos. Martes 11 de diciembre, día siguiente al 10, el día en el que Europa recibía el Nobel de la Paz, el día, el 11, en el que la pacífica Europa anunciaba el rescate bancario que hipotecaba parte de España, 39.500 millones de euros. Llegarán números peores. Estaba yo frente al Presidente del Gobierno, solo nos separaban 150 metros. Algo más cerca estaban mis compañeros periodistas. A todos nos habían convocado desde Moncloa. Yo a 150 metros, mis compañeros a 149. "No habrá declaraciones, solo discurso institucional. Rajoy no habla. Tenéis toma de sonido. Ahí tenéis la tarima para las imágenes. No, por aquí no podéis pasar. Al acabar el acto Rajoy se marcha, tiene prisa". Todos los medios convocados con una única condición, la que no dijeron, "ni se os ocurra hacer periodismo, no habéis venido para eso, hoy toca propaganda". Nada de Europa, nada del rescate, hoy solo importa el XXV aniversario de la Declaración de la Unesco. ¡Que viva Sevilla, que viva el Archivo de Indias, que viva la Catedral con su Giralda! Vosotros ahí, sin preguntar.

"No se me ocurre mejor escenario que este para reivindicar ese futuro. Las grandes obras se levantan piedra sobre piedra. Su construcción exige un proyecto clave, superar cada revés para llegar más alto y una vez culminada esta empresa común es cuando los sacrificios realizados cobran pleno sentido".
(Mariano Rajoy en Sevilla 11 diciembre 2012)

Diez veces había escuchado la nada. La escuché en TVE, la escuché en Canal Sur, la escuché en la SER. No me dejan oirla en la COPE ni en UltraIntereconomía. La escuché tantas veces que no podía sumar una más. Apagué la radio, lo siento Pepa, y metí un CD. Que me dejen de rescates a la banca, me interesa rescatar al periodismo.

El periodismo se nos va de las manos. Se nos escapan las historias porque estamos dejando de mirar a la calle. Se nos escapa la vida profesional porque nos quieren marchitar el espíritu. Me lo dijo ella, Rebeca Méndez Jiménez, para vosotros "La loca del muelle de San Blas".

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