Pienso en qué hacer para convencerte que tienes que concederme 7 minutos de tu tiempo. No los pretendo para que piques por este blog, no sirven si los utilizas para subir o bajar por la página, no vale dejarlo para luego y minimizar la pantalla. Pensando y pensando en cómo robarte esos 7 minutos que preciso de ti se me ocurre "picarte" con este texto:
"La degeneración de la mente y el crecimiento de la mentecatez es posible, hoy más que nunca, por los múltiples canales más o menos subterráneos, por los enormes charcos de información, por el imperio de opiniones tóxicas, de mensajes podridos que, sin darnos cuenta, tragamos. Este fenómeno, cada vez más presente en la paradójicamente llamada sociedad de la información, enreda y devalúa el cerebro y, de paso, va mutilando la capacidad de pensar. Hay una expresión que mide esa cretinización colectiva: el "nivel de audiencia" que, con las excepciones que se quiera y sea cual sea el espacio en que tal nivel se busque, es, en el fondo, manifestación creciente de una forma de corrupción. Es verdad que los nuevos instrumentos de comunicación pueden ser también colaboradores eficaces para ampliar, informar, e incluso ilustrar la inteligencia. Pero esto sólo es posible si aprendemos, como en los orígenes de la democracia, en el pensamiento griego, a mirar las cosas de una manera nueva y, sobre todo, a mirar las palabras".
Si has llegado hasta aquí gracias por tu primer minuto, con 6 más el objetivo se habrá cumplido. Habrás invertido 7 minutos en un texto que podría pegarse a tus neuronas por los restos. Por no eternizar esta entrada aquí te dejo el enlace. Es un regalo que no merece las gracias y si las merece todas deben ser para el maestro. Gracias a Emilio Lledó.
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