El sueño del Shogun

Sordos, mudos y ciegos; así nos quieren. "Ver, oír y callar"; así nos queremos. Mi miércoles ha pivotado sobre la leyenda de los tres monos sabios; enviados de los dioses que fueron y que hoy velan el sueño del soldado. Activaba mis neuronas un artículo referido al libro de Josep Ramoneda, "Contra la indiferencia".  Dice Ramoneda que el NIF de nuestras conciencias está grabado a fuego con una triple C.

"La democracia es un artefacto débil para luchar contra el abuso de poder que está en el origen de todo totalitarismo. Yo no canto sus bondades, sino que apelo a defenderla frente a una casta política, económica y mediática que trata de sumirnos en la indiferencia y convertirnos en individuos NIF tres ces, esto es en consumidores, contribuyentes y competidores".

Por la parte que me toca (si es que alguna me toca) me interesa "la casta mediática". En discurso aprendido de una de las grandes (Rosa María Calaf) por ahí he dejado escrito, en argumentos que rozan el hastío, que estamos pagando un peaje excesivo. Estamos vaciando de oficio a los medios de comunicación, hemos preñado de intereses económicos a las empresas informativas. En esta que es la quinta línea del tercer párrafo de la entrada juro que no volveré a repetir el argumento. Dicho está. A cambio te pido que lo escuches también en boca de Iñaki Gabilondo. Si estás sometido a las tres C podré imaginar que tienes un tiempo escaso; si es así te interesa el minuto 4´15, dura 35 sg:


Porque es fuente de la que bebo, mi admiración hacia el programa "TESIS" de Canal Sur TV.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

En el año compartido hablamos de otras ces (también 3). Claro, conciso y concreto. Estas parecen distintas y peores. Por lo que me puede afectar abriré los ojos, los oídos y la boca, mejor chillar que callar, a mi al menos me lo parece.

Javier dijo...

Quizás entre tod@s y empujando en la misma dirección podamos conseguir algo. ¿No creéis?

Makeni-Neko dijo...

Los tres monos sabios

Colocados los tres monos jerárquicamente en función de sus habilidades y de sus discapacidades, obtenemos un mono que ve, escucha y habla. Los monos juntos y bien organizados pueden llegar sin duda a donde no llegarían por separado; un claro ejemplo de cooperación exitosa.
En nuestra sociedad, la situación se pone mal cuando arriba se colocan los mudos, que ven pero que, por sus propios intereses, se callan y aprovechan su posición para silenciar todo aquello que no les conviene que se sepa. Cuando los ciegos ocupan el lugar o cargo que no les corresponde, escasos o carentes de perspectiva de futuro, nos vigilan y controlan desde las sombras y nos conducen a sus tinieblas. Y que decir si en medio, entre los unos y los otros, se sitúan los sordos; incapaces de escuchar mensaje alguno, tan sólo podrán trasmitir a los ciegos y a los mudos sus propias alucinaciones y fantasías.
No escuches el mal,no hables el mal,no veas el mal.

Un saludo,Roberto.

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