¡Que la libertad nos envenene!

No hace falta extenderse en explicaciones, la portada de LA GACETA es una ignominia; pura basura del periodismo. Con tipos así en la profesión es mejor parar el tren y sacarlos a patadas; no será posible. A este monstruo, a este indigno grupo de comunicación, se le ha dejado crecer mucho más allá de lo que la democracia debiera haber permitido. El Gobierno lo ha visto tarde, demasiado tarde. En unos meses regularán el Consejo de Medios Audiovisuales; menos es nada, sí, pero el mal ya está hecho.

Superar esta portada no es nada fácil, no vale con dejar de mirarla. A partir de mañana, y durante toda la semana, los cornetas del apocalipsis nos darán su versión televisiva y ahí, frente a ellos, intentaré el que ya supongo uno de los más difíciles retos de mi vida profesional. Envenenado de libertad intentaré someterme a una de las máximas de Philip Pullman:
Nadie tiene derecho a vivir sin ser ofendido"

Reflexionando sobre su libro "El buen Jesús y Cristo el malvado"

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la declaración de Pullman, este pequeño y cateto pueblo llamado España no creo que la entienda.

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