Entregar la cuchara


Abril del año 1990, hace 21 años. TVE me abonó el que pasó a la historia como mi primer sueldo como redactor de informativos. Al cambio hoy hubiera cobrado:
702´12 €
En aquel semestre, en condición que me acompañaría durante años, y dada mi escasa y deficiente formación como licenciado en ciencias de la información (me hice periodista +/- en 1.996) nadie tuvo la exigible sensatez de retirarme de la mesa de redacción, al menos por un tiempo. Hablo del  sano y responsable ejercicio de garantizar que los espectadores sólo reciban noticias de calidad y no vergonzantes vídeos hechos por jóvenes inexpertos, los que yo y mis coetáneos compañeros hacíamos (algunos de ellos tenían dificultades para redactar los textos porque desconocían la posición de las teclas en la máquina de escribir).

Hoy TVE me paga el doble del ayer y yo sé 30 veces más que entonces, quizás 31 o quizás 58. No pretendo defender un sueldo equiparable a mi capacidad profesional, que por interés y proyecto de vida particular es mucha (¡al carajo las modestias!) y casi toda ella ajena al interés de la apática empresa que me contrata.

¿Y a qué viene contar esta aburrida parte de mi biografia? Está relacionado con la huelga de firmas que los compañeros de "El País" vienen desarrollando desde hace unos días. Me interesa una parte del conflicto. La empresa quiere periodistas, de por vida, a 18.000 € brutos al año. Los trabajadores, en argumento que comparto, defienden que la dignidad y el respeto al ejercicio profesional de un periodista con experiencia y responsabilidad está más cerca de los 40.000 € brutos/año. A quien la cantidad le parezca "mucho" le quiero decir, como referencia, que es casi exactamente la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad, de la mitad de lo que van a cobrar los 3 principales directivos de Bankia.

Y si "El País" pretende "periodistas", con experiencia, a 1.100 € netos al mes ya podemos imaginar a cómo va a cotizar el kilo de periodista en el mercado laboral; se les pretende baratos y se les nos quiere obedientes. ¿Entregar la cuchara o pelear?  Nos sobran los motivos, mañana no valdrán los purés de reproches con sardinas.

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1 comentarios:

Por el año compartido dijo...

Querido Roberto ya sabes que yo trabajaría el doble que tú por la mitad de tu sueldo. Eso sí mi trabajo al estilo del sueldo de Rato sería la mitad de la mitad de la mitad de la mitad de la mitad de la mitad de la mitad de lo que tú sabes hacer, jejejejeje. Pero dile a TVE que también yo quiero aprender, ¿eh?

Un abrazo

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