El Presidente de Perú está bajando en las encuestas de popularidad, lo han dicho en los Telediarios de la primera. Un hermano suyo ha viajado a Rusia y parece que a los peruanos no les ha gustado de qué ha hablado en las reuniones desarrolladas. La noticia aunque no importa un pimiento debe ser importante, muy importante si consideramos el tratamiento deferente que se le ha dado en este martes 26 de julio. Debe serlo aunque no para mi; tampoco lo es (apuesto) para más de 7 de los millones de espectadores del Telediario de TVE.
La información de Ollanta Humala, así se llama el Presidente de Perú, no merece ni un breve de la página par de un diario gratuito. Lo sé yo, lo sabes tu, lo saben los editores de los informativos de la televisión y lo saben los becarios que, gratis total, pueblan las redacciones de los medios de comunicación. Becarios que se miran a la cara quizás preocupados "¿tendremos que saber, piensan, los índices de popularidad de todos los presidentes de todos los países que en el mundo hay?". Becarios que. ingenuos, dudan si proponer un vídeo que explique los motivos de la hambruna de Somalia. ¡Pobre de quien lo haga!. "¡Eso, le contestarán, son cosas de la BBC!"
Sí ya sé que el argumento de la hambruna y África es facilón. Y si lo enfrento al tratamiento de la masacre de Noruega es doblemente demagógico. No lo haré, más. Pero me hacía falta una entrada en el blog para recomendarte 2 cosas. La primera es una lectura de verano, el artículo ¿Quién vigila a quién? de la revista de la FAPE, el número 25. ¿Vigila el periodista al político o el político al periodista?
Segunda y más interesante recomendación. Ha sido la canción favorita de Amy Winehouse, la canción que en su funeral nos ha recordado qué pasa cuando se va una de las grandes voces de la música. Mucho más interesante, creo, que las encuestas de popularidad de Ollanta Humala.
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