Es el terreno que pretendo, el de los principios básicos. Caminando por ahí me encontré un día con Eduardo Galeano y tome su mano: “Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.
Sí, conviene no quedarse con los
titulares, siempre es mejor ir más allá. El titular de la entrada quería
titularse"Tocando el saxo", también quería plantear el dilema. ¿Qué
ves, un hombre tocando el saxo o el retrato adivinado de una mujer?
Somoano o Llorente, manipulación o
independencia, amanuense o periodista. Saxo o mujer. El segundo manipuló, el primero viene a hacerlo. Vienen a decir estos días
algunos medios que el, para mi muy menor asunto, cese de Ana Pastor será la hecatombe para la libertad de
la información en TVE. Titulan que "los hombres de Urdaci" vuelven
a TVE (desconocen, claro, que algunos nunca se han ido). Y desempolvan y
escriben con mayúsculas y en negrita la palabra manipulación. Si no la han
visto en los últimos años quizás será, quizás, porque ha estado bien
disfrazada, entre otras, con aquella monumental trola del mejor informativo del mundo.Las cosas son como parecen que son, ellos lo saben.
Dicen los teóricos de esto del mundo blog que a los lectores no les interesan las batallitas del escribiente. Obviaré por tanto que yo escribiente después de 23 años en los informativos de TVE considero que las 2 más mayúsculas historias de manipulación se han hecho bajo mandatos del PSOE, una, y del PP, otra. Hace 12 años, una, hace 4 años, otra. Urdaci mandaba, una, Fran Llorente mandaba, otra. Y esas son 2 de las elegidas, podría contar cuarenta. Rojas y azules. Saxo o mujer.
Los trabajadores de informativos de TVE dijimos no a Somoano, él no se da por aludido. Sabe que le han elegido para aplicar su sesgo profesional, el manipulador, el muy orientado en favor del Partido Popular, el que pretende adulterar la verdad. Viene a manipular, ya lo está haciendo. A nosotros, a los miles de trabajadores de informativos de TVE nos toca trabajar para evitarlo. Susana Tamaro:
Siempre hay alguien que te dice lo que debes hacer, ya no existe el silencio, en todas partes hay ruido, si tú no estás con tus propios pensamientos cómo vas a entender el sentido de las cosas, es imposible".
Nos toca a nosotros, nosotros somos la clave. Si alguien manipula desde la primera persona del verbo es que otros lo hacen desde la primera del plural. El "yo manipulo" sólo es posible si se acompaña del "nosotros manipulamos". Basta un ejercito de 200 para pararles los pies, basta también con 100. Yo los conozco, ahora hay que ponerse a trabajar en la misma dirección. Basta con decir basta. Es momento de pelear, ganará aquel que mejor defienda su conciencia.
Intento que mi vida no acelere, nunca. Intento vivir a 60 pulsaciones, siempre. Intento no ser igual y en ese esfuerzo pretendo, siempre que puedo, no parecer distinto.
Mi vida profesional, e intento que también la personal, va de la mano de una de las grandes frases que el genial director de cine Jonathan Demme nos regaló en la no menos genial "El silencio de los corderos".
“Principios básicos agente Starling” le decía el doctor Lecter a Jodie Foster. Y la vida es así. Los principios básicos nos mueven las emociones, nos hacen cercanos y queridos, quizás lejanos y odiados. Todo dependerá de cómo los sepamos administrar.
En la palabra, en la distancia corta, en la mano abierta, ahí se refugian las claves de nuestras vidas. Ahí todos somos iguales…y todos somos diferentes. “Se tú e intenta ser feliz pero ante todo se tú”. De Lecter a Charlie Chaplin.
Y así se forja mi vida (creo que también la tuya). Cuanto más creo saber mejor administro la sencillez. No es ninguna paradoja; administrar lo sencillo es terriblemente complejo. Los miedos y las inseguridades son ingredientes que forjan nuestra identidad, son parte del ADN del yo. ¡No hagas esto!, ¡no hagas lo otro!, ¡no molestes!, ¡no metas ruido!, ¡deja paso!, ¡no comas mucho!, ¡come más!, ¡anda más despacio!, ¡anda más deprisa!
A ver quién es el guapo que sale indemne de tanta ley. Y uno llega a los 40 (fue mi caso hace 6 años) y mira hacia atrás con el vértigo de todo lo que le queda por hacer si mira hacia delante. Esa máxima para quienes administran bien porque todos conocemos a muchas personas que a los 40 ya deciden cerrar la atalaya. Luego, ¡es normal!, se quejan porque el corazón se les llena de musgo.
Y en ese tránsito las circunstancias me llevaron a estudiar “Ciencias de la Información” (Universidad del País Vasco UPV/EHU), una de las carreras más ampulosas que conozco, etérea como el humo, más por vaga que por sutil. Cinco años de clases, que no estudios, a cambio de un título. “La información no sirve de nada si por ella no pasa la vida”.
Años después llegó Emilio Lledó (mi principal maestro). Con él una frase (la leída) puso en su sitio a los casi 30 enseñantes (ni profesores, ni maestros) que mal que bien se ganaron su sueldo en la Facultad. Encajado a Lledó ya no me interesa la información sin comunicación; ahí me empeño. Por lo menos el título me ha permitido 20 años de ejercicio profesional, siempre en la televisión pública de España (TVE). En esa práctica pretendo ser periodista. Si no llegó quizás me quede en comunicador; no es mala meta frente a quienes se conforman con ser licenciados.
Y en el otro tránsito, en el de los principios fundamentales, está la gente que ha decidido regalarme parte de su vida; Inma, Ander y Amaia. Principios básicos. Agua, tierra, aire y fuego.
2 comentarios:
Aquí uno que dijo BASTA para decir BASTA
DAVID ICKE
No será casualidad que la casualidad me haya traido hoy ...
.. a este artículo del maestro José Manuel Cámara
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