Casi enamorado

Es lo que tiene ser mediocre, o ni siquiera. Hasta hoy no había leído  a Nadine Gordiner (desde hace años soy consciente que leer mucho no es incompatible con elegir mal las lecturas, es mi caso). Hoy, ya lo anuncié hace una semana, me tocaba contraprogramar a Tele 5. Los audímetros dirán mañana si me ha ido mejor que a Vasile (yo ya sé que sí, él tiene que esperar). Soy tan mal lector que antes de iniciarme con un libro me tengo que "enamorar" del autor. Son los prolegómenos del acto ... de leer. En esta lenta desintoxicación, liberándome poco a poco del "yo periodista", he encontrado y leído esta muy recomendable entrevista:

Y tan metido estaba en la historia de Aila, Hannah y Sonny  que mi peque de 7 años, esa que en frase que hoy he decidido vaciar de verdad dice "papá y a mi porque no me sacas en el blog", me ha recordado que el reloj se acerca a las 12 y media de la noche y  mañana toca cole. Salgo de Gordimer, pongo la marca en la página 103 y busco un final precipitado para esta entrada del blog. Miro en la agenda por la M de maestros, me cuesta poco encontrar la frase:

  "Casi todos los periodistas están mejor formados que antes, pero tienen -habría que averiguar por qué- menos pasión: conocen mejor a los teóricos de la comunicación pero leen mucho menos a los grandes novelistas de su época".

                                                             (Tomás Eloy Martínez)

Bajo la música, Norah Jones sólo susurra. Acuesto a la peque y voy a la 104, quizás llegue hasta el final.