Mentiras TV

"Violencia es cobrar 600 euros" 

Una pregunta que cargo de ingenuidad ¿dónde están los protagonistas del 15M? ¿por qué no conocemos la historia de Laura, o la de Gabriel, o la de Tomás? ¿por qué no conocemos al empresario que contrata por 600 euros? ¿por qué no conocemos los negocios del banco que ejecuta el embargo de la vivienda por el impago de una hipoteca? ¿ por qué las teles no envían a sus periodistas a Islandia para informar con detalle del juicio al ex primer ministro por su presunta responsabilidad en la crisis? ¿por qué? Han sido pocos los que han contado por qué estaban ahí.

Mantiene el maestro Emilio Lledó, en frase que por ahí ya abona este blog que "la información no sirve de nada si por ella no pasa la vida", dice eso y dice mucho más.

A los periodistas nos ponen las historias del 15-M porque sabemos que esas historias ilustran muy bien la verdad de esta revolución y ahí el posible problema.  ¿Cómo contar una revolución desde las empresas de la comunicación? ¿se molestarán los grandes accionistas de sus juntas de accionistas? ¿afectará al reparto de dividendos? ¿cómo cuestionar a los bancos que ponen el dinero para comprar esas grandes pantallas donde el oropel, los paseos y el brillo ponen velo a la verdad? Donde no hay empresas hay medios públicos, hay control político, hay censura en el mensaje. Todo es más facil si tenemos que contar dónde se ha cocinado la mayor paella del mundo o qué restaurante ha inventado la receta de las mollejas deconstruidas al aroma de miel de romero. Da menos problemas hablar de la crisis del pepino que de la crisis de la conciencia.

Y en estas estamos cuando algunos compañeros, con décadas de oficio, se quejan porque "los del 15M, dicen, nos insultan cuando nos dicen eso de televisión manipulación". A mi no me insultan, su lucidez me halaga.