Es el terreno que pretendo, el de los principios básicos. Caminando por ahí me encontré un día con Eduardo Galeano y tome su mano: “Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.
Cada uno escoge la suya, la mía se llama PRY. Es una de las muchas propuestas nacidas al calor, casi embrionario, de las movilizaciones por el 15-M. En este contexto he seguido con mucho interés las reflexiones de uno de los grandes, no porque las haya escuchado en televisión, no, sino porque el maestro José Luis Sampedro nos dice que nos alejemos de los bombardeos informativos que sólo persiguen, por acción u omisión, meter botox en nuestras neuronas y llevarnos a la parálisis del pensamiento crítico. Lo contaba ayer en El País Semanal:
¿Eso es porque la gente no piensa? Porque la gente no hace crítica, porque acepta la creencia que le proponen a base de bombardearle con los medios. Los titulares de los periódicos son efímeros, tienen muy poca importancia frente a cosas como Guantánamo, un insulto a la justicia y a la inteligencia. ¿Y de Japón? ¿Y de Haití? Del sida en África, o de la falta de educación, no habla nadie porque no interesa al poder, que es el que dispone de los medios, que dicen lo que al poder le interesa. Contra eso hay que indignarse, reaccionar y decir no.
Y entre las notas de las flautas de los perroflautas, entre el fa y el sol, me he quedado prendado del programa de televisión que nunca veremos, así consigamos 500.000 firmas, 5 millones o dos docenas de millones. Quienes blindan sus neuronas al botox que tanto embellece el pensamiento único nos animan a que firmemos en este formulario. Se les ha ocurrido (¡bendita su gracia!) solicitar a las televisiones a un debate. Por una lado Zapatero, Rubalcaba y la ministra Salgado; por el otro (¡agarrate fuerte para no caer!) pensadores como Arcadi Olivares, Pascual Serrano, Teresa Forcades, Vicenç Navarro, ... ¿Lo puedes imaginar? ¡Qué grande esta gente que nos recuerdan que abandonan las acampadas para acampar en nuestras conciencias! Gracias gigantes.
También es posible el PPP, Periodismo-Periodismo-Periodismo. Algunos colegas "nuestros" copian la esencia de los clásicos, esa que dice que "en caso de duda hacer periodismo". No está mal como guía pero tenemos-tenéis que ir más allá de las palabras; hace tiempo que decidieron ir a por vosotros. El que más corra ...
Eh, que conste que no es por putear y sí para ilustrar. Este trabajo me sirvió de referencia para un trabajo sobre los debates políticos (¡perdón que me de la risa!) y la televisión:
Está aquí: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2927583
Intento que mi vida no acelere, nunca. Intento vivir a 60 pulsaciones, siempre. Intento no ser igual y en ese esfuerzo pretendo, siempre que puedo, no parecer distinto.
Mi vida profesional, e intento que también la personal, va de la mano de una de las grandes frases que el genial director de cine Jonathan Demme nos regaló en la no menos genial "El silencio de los corderos".
“Principios básicos agente Starling” le decía el doctor Lecter a Jodie Foster. Y la vida es así. Los principios básicos nos mueven las emociones, nos hacen cercanos y queridos, quizás lejanos y odiados. Todo dependerá de cómo los sepamos administrar.
En la palabra, en la distancia corta, en la mano abierta, ahí se refugian las claves de nuestras vidas. Ahí todos somos iguales…y todos somos diferentes. “Se tú e intenta ser feliz pero ante todo se tú”. De Lecter a Charlie Chaplin.
Y así se forja mi vida (creo que también la tuya). Cuanto más creo saber mejor administro la sencillez. No es ninguna paradoja; administrar lo sencillo es terriblemente complejo. Los miedos y las inseguridades son ingredientes que forjan nuestra identidad, son parte del ADN del yo. ¡No hagas esto!, ¡no hagas lo otro!, ¡no molestes!, ¡no metas ruido!, ¡deja paso!, ¡no comas mucho!, ¡come más!, ¡anda más despacio!, ¡anda más deprisa!
A ver quién es el guapo que sale indemne de tanta ley. Y uno llega a los 40 (fue mi caso hace 6 años) y mira hacia atrás con el vértigo de todo lo que le queda por hacer si mira hacia delante. Esa máxima para quienes administran bien porque todos conocemos a muchas personas que a los 40 ya deciden cerrar la atalaya. Luego, ¡es normal!, se quejan porque el corazón se les llena de musgo.
Y en ese tránsito las circunstancias me llevaron a estudiar “Ciencias de la Información” (Universidad del País Vasco UPV/EHU), una de las carreras más ampulosas que conozco, etérea como el humo, más por vaga que por sutil. Cinco años de clases, que no estudios, a cambio de un título. “La información no sirve de nada si por ella no pasa la vida”.
Años después llegó Emilio Lledó (mi principal maestro). Con él una frase (la leída) puso en su sitio a los casi 30 enseñantes (ni profesores, ni maestros) que mal que bien se ganaron su sueldo en la Facultad. Encajado a Lledó ya no me interesa la información sin comunicación; ahí me empeño. Por lo menos el título me ha permitido 20 años de ejercicio profesional, siempre en la televisión pública de España (TVE). En esa práctica pretendo ser periodista. Si no llegó quizás me quede en comunicador; no es mala meta frente a quienes se conforman con ser licenciados.
Y en el otro tránsito, en el de los principios fundamentales, está la gente que ha decidido regalarme parte de su vida; Inma, Ander y Amaia. Principios básicos. Agua, tierra, aire y fuego.
3 comentarios:
También es posible el PPP, Periodismo-Periodismo-Periodismo. Algunos colegas "nuestros" copian la esencia de los clásicos, esa que dice que "en caso de duda hacer periodismo". No está mal como guía pero tenemos-tenéis que ir más allá de las palabras; hace tiempo que decidieron ir a por vosotros. El que más corra ...
Eh, que conste que no es por putear y sí para ilustrar. Este trabajo me sirvió de referencia para un trabajo sobre los debates políticos (¡perdón que me de la risa!) y la televisión:
Está aquí: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2927583
A por él
Dadme 9 días que firmo por el PRY y por el PPP, aunque sea en el filial para ir empezando.
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