Me pregunta Inma "¿de qué te ries, nunca has visto una mujer con sombrero?" Y sí, me reía; no del sombrero, claro. Me reía leyendo a Manuel Vicent. Me reía porque no hay domingo que no ría al leer cómo los maestros de la luz, esos que ven los escenarios invisibles que se cruzan ante nuestros ojos ciegos, interpretan con tanta altura las rutinas que el día a día nos muestra. Vicent dice que los telediarios son como los algodones de azucar: "La cultura moderna consiste en estar sentado, en mirar, en teclear y callar. El pensamiento ya no es una fuente de creación ni de rebeldía. Frente a nuestros ojos discurre ahora una cinta perenne de imágenes, cada una más excitante que la anterior, más directa, más luminosa. Prácticamente el cerebro humano se ha convertirlo en un recipiente de iconos, de rostros, sexos, muñecos, envases, marcas, paneles, pornos, carátulas, solapas, videojuegos, e-mails, telediarios que hacen rodar las tragedias por la pantalla como esa nube de algodón azucarado que venden en las ferias y que duran solo un minuto en poder de los niños".
Y por eso de que el domingo es uno de los pocos días en los que podemos intentar ver lo que se pone ante nuestros ojos hoy he querido ver a una mujer con sombrero.
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3 comentarios:
Bella y encantadora. Puedes pedir más??...qué suerte tienes!!!
Tu señora te acaba de robar todo el protagonismo. A tí, a Vicent y hasta a Silvio. Da igual lo que se ponga en la cabeza que siempre está bella. Bellísima.
A quienes os dieron el cum laudem en aquel curso que no hicimos sobre la belleza que se esconde en el órgano refugiado en el espacio intercostal y que bombea 60 veces por minuto
Para vosotras
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